Jesús recorre Galilea predicando y las Bodas de Cana

 

 

LEER: Marcos 1:35-39, Lucas 4:42-44, Juan 2:1-12

 

 

 

Objetivo: Siempre hay que obedecer a Dios.

 

Versículo: El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón. Salmos 40:8

Introducción:

¿Para que nos sirven los mandamientos de Dios? ¿Y hay que hacerlos siempre o  cuando nos conviene? Un hijo de Dios siempre debe de atender a sus mandamientos, y no son solo los 10 mandamientos que se mencionan en Éxodo 20:1-17, así que para eso hay que leer la Biblia. Pero uno de los que ustedes como niños y después adultos siempre deben de tener en cuenta es el de honrar a tus padres (Éxodo 20:12). ¿Y cómo podemos honrar a nuestros padres?

Historia:

Jesús al llegar a la tierra tenía varias encomiendas que le había hecho Dios El Padre, y no podía descartar ni una de ellas. Tal lo hizo así que hizo algo que le daba mucho miedo, ir a la cruz (Mateo 26:39).

La Biblia Lenguaje Actual dice:

Mat 26:39 Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló hasta tocar el suelo con la frente, y oró a Dios: «Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.»

Como dice el canto “Fue obediente hasta la cruz”, aún y cuando le costo mucho.

 

Hoy veremos unos pasajes de la Biblia donde Jesús obedeció, aun su madre en la carne María.

 

Desarrollo:

Lucas 4: 42-44

Estando en Capernaum cuando ya era de día, Jesús salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.  Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado. Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.

 

Aquí los de Capernaum no querían que Jesús se fuera de la ciudad, seguramente querían escuchar toda la palabra de Dios que Él les podía dar y yo me imagino que lo trataban demasiado bien para convencerlo de no irse, pero Jesús amo más el hacer la voluntad de Dios y fue a predicar a otros lugares  aun cuando en otros lados no le atenderían tan bien como ellos.

 

Juan 2:1-12

Un día hubo bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.  Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.

 En la versión de Lenguaje Actual dice: Jua 2:4 Jesús le respondió:

—Madre,^[1] ese no es asunto nuestro. Aún no ha llegado el momento de que yo les diga quién soy.

 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.  Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.  Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,  y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

 

Aplicación:

. Jesús también obedeció a su madre en la carne siendo que Él era Dios mismo, y nosotros que no tenemos ni un poder de dioses nos damos el lujo de desobedecer y hasta ser groseros con nuestros papas. Él es nuestro mayor ejemplo, si alguna vez tenemos duda de algo siempre debemos pensar ¿Qué haría Jesús?

Pero también debemos recordar que debemos de amar a Dios sobre todas las cosas (Marcos 12:30), así que si nos piden hacer algo que contradiga lo que Dios dice, sean padres, maestros, tíos etc. Nosotros debemos ser obedientes a Dios y debemos de confrontarles en amor con la Palabra de Dios.

 

 

ACTIVIDAD

 

Pueden jugar a Simón dice, pero en lugar de pedir cosas físicas, que pidan cosas que le agradaría a Dios que hicieran durante la semana y recordándoles que Dios los observa y tomara en cuenta cada una de las peticiones.