LEER: 2 Samuel 7:1-16, 2 Samuel 12:24-25, 1
Reyes 1:5-40, 1 Crónicas 22:6-10, 1 Reyes 3:3-15.
Objetivo: Para amar a Dios hay que conocerle.
Versículo: Yo amo a los que me aman, y me hallan
los que temprano me buscan. Proverbios 8:17
Introducción:
¿Quiénes de ustedes han buscado a Dios?
¿quién lo ha encontrado? Dice la palabra que “nosotros le
amamos a él, porque él nos amó primero (1 Juan 4:19).
¿Sabían
que El Señor desde antes de nacer ya nos conocía y sabía lo que haríamos por Él
y hasta que punto nos entregaríamos por Él?.
Otra
de las personas llamadas por Dios para servirle fue el famoso Rey Salomón, hijo
del Rey David; reconocido por su gran sabiduría y riquezas sin igual.
Historia:
Recordemos que David quiso levantar un
templo para honrar a Dios, pero Dios le dijo a David por medio de profeta Natán
:
“Cuando llegues al final de tu vida, morirás
y serás sepultado con tus antepasados, pero entonces haré rey a uno de tus
hijos y protegeré su reino. Él me construirá una casa para mi nombre, y yo
fortaleceré su reino para siempre. Yo seré su padre y él será mi hijo. Cuando
peque, lo castigaré como un padre azota a su hijo. Pero yo nunca le quitaré mi fiel amor, como se lo quité a Saúl a quien
hice a un lado cuando me dirigí a ti. Puedes estar seguro de que en tu familia
seguirá
Desarrollo:
habiendo reyes. Porque yo te favorezco, tu dinastía durará para siempre”. (2 Samuel 7:1-16)
habiendo reyes. Porque yo te favorezco, tu dinastía durará para siempre”. (2 Samuel 7:1-16)
Luego David cometió adulterio y asesinato por Betsabé, y el primer hijo
nacido murió. Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con
ella; y ella le dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó
Jehová, y envió un mensaje por medio de Natán
profeta; así llamó su nombre Jedidías (amado de Jehová), a causa de Jehová (2 Samuel 12:24-25).
Cuando David era viejo
y avanzado en días, su hijo Adonías que habia nacido después de Absalòn; quiso
usurpar el trono. Al saber esto David dijo:
—Llama a Betsabé.
Ella entró y se quedó
de pie ante el rey. Y el rey dijo:
“Juro por el SEÑOR,
quien me ha salvado la vida en todos los momentos de crisis, que
cumpliré hoy mismo lo que te juré por el SEÑOR, Dios de Israel, cuando dije que
Salomón tu hijo iba a ser rey después de mí”.
David llamo al
sacerdote Sadoc y al profeta Natán y a Benaía y les dio la instrucción de
montar a Salomón sobre la mula del Rey y llevarlo a Gihón donde sería ungido
rey (1 Reyes 1:5-40).
David llamó a su hijo Salomón y le encargó
que construyera el templo del SEÑOR Dios de Israel. Estas fueron las palabras
que David le dijo a Salomón: «Hijo mío, mi intención era construir un templo
para el SEÑOR, mi Dios, pero el SEÑOR me envió este mensaje: “David, tú has
participado en muchas guerras y has matado a mucha gente delante de mí, por eso
no puedes construir un templo para honrar mi nombre. Pero vas a tener un hijo
que será un hombre de paz y yo haré que no tenga que preocuparse por ningún
enemigo. Su nombre será Salomón (significa pacífico) y durante su reinado
Israel vivirá en paz. El construirá un templo para honrar mi nombre. El será
como mi hijo y yo seré como su papá. Además haré que su dinastía gobierne a
Israel para siempre” (1 Crónicas
22:6-10). David murió, y el reino fue confirmado en la mano de Salomón.
Salomón
mostró que él amaba al SEÑOR al obedecer todo lo que su papá David le dijo. Sin
embargo, el mismo Salomón todavía ofrecía sacrificios e incienso en los
santuarios sobre las colinas, en el campo. El rey Salomón fue a ofrecer un
sacrificio en Gabaón porque era el santuario más importante. Ofreció mil animales
como sacrificios que deben quemarse completamente. Mientras Salomón estaba en
Gabaón, el SEÑOR le apareció en un sueño. Dios le dijo:
-“Pide lo que tú
quieras y yo te lo daré”.
Salomón contestó:
“Tú mostraste mucho amor fiel a mi papá
David. Él te siguió fielmente, con justicia y rectitud de corazón. Y tú has
seguido constante al mostrarle el fiel amor más grande: has permitido que en el
día de hoy su hijo tome el trono en su lugar. SEÑOR mi Dios, tú has permitido
que yo reinara en lugar de mi papá, pero me siento como un niño. No tengo la
sabiduría necesaria para cumplir mi trabajo. Soy tu siervo en medio de tu
pueblo, a quien tú elegiste. Es una nación tan numerosa que nadie la puede
contar. Dame a mí, tu siervo, una mente que entienda
cómo gobernar a tu pueblo y que sepa la diferencia entre el bien y el mal.
¿Quién será capaz de gobernar tu pueblo tan numeroso?”
Al SEÑOR le agradó que
Salomón pidiera esto. Dios le dijo: “Por
haber pedido sabiduría para gobernar y no pediste para ti mismo una vida larga,
ni riquezas, ni que matara a tus enemigos, te
concederé lo que has pedido. Te daré la mente más sabia y entendida de todos
los tiempos. También te daré lo que no pediste: más riqueza que ningún otro rey
jamás tendrá. Sígueme y obedece mis decisiones y mandatos, tal como lo hizo tu
papá David, y así te daré una larga vida”.
Salomón se despertó reconociendo que Dios le
había hablado en un sueño. Entonces Salomón fue a Jerusalén y de pie ante el
Cofre Sagrado del SEÑOR, ofreció sacrificios que deben quemarse completamente y
presentó ofrendas para festejar. También invitó a una fiesta a todos los
líderes y oficiales que lo ayudaban a reinar (1 Reyes 3:3-15).
Aplicación:
A Dios le agrado darle todo esto a Salomón porque Él pudo
encontrar un corazón sencillo y humilde que dependía de Dios. Siendo Salomón
rey, que no necesitaba nada, se sentía necesitado de Dios. Dios siempre esta
dispuesto a dar gracia a aquellos que le buscan no solo cuando se requiera el
pronto auxilio, por eso dice el versículo del día “temprano”. Tal vez ya no
seamos reyes como Salomón, pero aún Dios puede hacer cosas asombrosas en
nuestras vidas, cosas que nadie espera; pero antes que nada necesitamos amarle,
y para amarle hay que conocerle.
ACTIVIDAD
Dibujos, Cuestionarios y crucigramas
MANUALIDADES
0 comentarios:
Publicar un comentario