LEER: Lucas 6:6-11
Versículo: y
al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. Santiago 4:17
Objetivo: Aunque la gente no lo pueda entender, siempre debemos hacer lo bueno, lo que Dios haría.
Introducción:
¿A que
venimos a las clases de la iglesia? ¿Hemos aprendido algo? La palabra de Dios
nos ayuda a conocerlo y saber hacer lo bueno, y saber qué cosas son malas y
dejar de hacerlas. Y sobre todo Dios sabe a la perfección que tanto entendimiento
tenemos y que dejamos de lado o no hacemos por conveniencia. ¿sabemos que
debemos de hacer cuando alguien está enfermo? Orar por él; si la maestra deja
el salón y dice “no se levanten de sus asientos, ahora vuelvo” ¿realmente le
hacemos caso? Aunque los demás no entiendan que debemos orar por los enfermos o
hacer caso a la autoridad, o sea la maestra; nosotros debemos de hacerlo si
entendemos que es lo que Dios quisiera que hiciéramos.
Historia:
¿Quiénes
son los que a cada rato le criticaban a Jesús porque hacía o no las cosas? Los
fariseos. Jesús sabía muy bien que solo lo vigilaban para ver qué haría contra
la Ley y castigarle conforme a la Ley. Recordemos que según la Ley estaba
prohibido hacer cualquier tipo de trabajo en sábado, y Jesús no se detenía en
trabajar; pero la gran diferencia es que el trabajo que hacía era encomendado
por Dios, así como los sacerdotes no dejaban de ministrar a Dios en este día.
Pero los fariseos no lo veían de esta manera, y buscaban cualquier momento para
acusarle y castigarle.
Desarrollo:
Aconteció
también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba
allí un hombre que tenía seca la mano derecha. Y le acechaban los escribas y
los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de
qué acusarle. Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que
tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en
pie. Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de
reposo hacer bien, o hacer mal? ¿Salvar la vida, o quitarla? Y mirándolos a todos alrededor, dijo al
hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada. Y ellos
se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.
Aplicación:
Jesús no se
detuvo de hacerle un bien a este hombre enfermo, aun cuando esto le pudiera
causar muchos problemas. El tenia el poder para sanarle e hizo lo que Dios
hubiera querido. Nosotros no debemos detenernos de hacer un bien a las personas
aun cuando nos critiquen y no entiendan lo que hacemos. Si sabemos que a Dios
le gustaría que hiciéramos algo por los demás, nuestro deber es hacerlo.
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