LEER Mateo 10:1-4,
Marcos 3:13-19, Lucas 6:12-16
Objetivo: Que tan importante es pedir
consejo en las situaciones importantes.
Versículo:
Introducción:
En la
vida diaria tomamos decisiones importantes como: ¿ qué me pondré hoy? Si voy a
ponerle atención a la maestra… etc. Pero hay decisiones que son muy importantes
y definitivas en nuestra vida como: escoger una carrera, escoger una escuela,
con quien te casaras. Dios siempre está dispuesto ayudarnos en este tipo de
decisiones, porque Él sabe verdaderamente que es bueno para nosotros;
recordemos que Dios es omnisciente, que todo lo sabe.
Historia:
Nuestro
Señor Jesús siempre oraba al Padre pidiéndole consejo para saber qué hacer y
cuando hacerlo. Y en una de las decisiones más importantes como fue la elección
de los Doce Apóstoles, no iba a ser la excepción.
Desarrollo:
En aquellos días Jesús fue al monte a orar, y pasó la noche orando a
Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a
los cuales también llamó apóstoles; para que estuviesen con él, y para
enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para
echar fuera demonios:
Simón, a quien también llamó
Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás,
Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,
Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.
Jesús tuvo por lo menos tres años para capacitarlos para que al partir
de nuevo con el Padre, el mensaje de salvación pudiera ser difundido tal y como
estaba previsto por Dios.
Se
imaginan si Jesús hubiera elegido mal a sus Apóstoles… Recordemos que , Él tenía al menos 70
discípulos (Lucas 10:1). Imaginen que a
mitad de la enseñanza que Jesús les daba a ellos, algunos hubieran dicho: “esta
bien difícil esto que predica, mejor me voy a casa”. Gracias a la comunión con
Dios, esto no paso, y cada apóstol hizo la tarea encomendada por el Señor
Jesús.
Aplicación:
Nosotros
no somos perfectos y podemos escoger mal porque no podemos ver futuro, pero Dios si sabe lo que pasara y si
le pedimos de su dirección El nos puede guiar a la mejor elección. Si aún no
podemos oír a Dios claramente, podemos orar primero a El, y que por medio de
nuestros papas, maestros o pastores El nos pueda contestar. Si confiamos en El,
no nos dejara.
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